"Este problema debe tenerse en cuenta e investigarse", tuiteó la ministra.
Señaló que "cualquier ataque contra periodistas es inaceptable".
"Declaro mi solidaridad con el cuarto poder, ya que es la voz de las personas que sufren; también confirmo que las fuerzas de seguridad y los manifestantes pacíficos son parte de esta sociedad", agregó la ministra, al subrayar que lo ocurrido la víspera "es una excepción, no una regla".
Un grupo de manifestantes instaló el 15 de enero un piquete al lado de la Embajada rusa situada justamente cerca de una comisaría de policía donde se retiene a manifestantes detenidos el martes 14.
Durante los enfrentamientos, los uniformados utilizaron la fuerza contra los trabajadores de medios, prohibiéndoles filmar la manifestación.
El Líbano vive una fuerte crisis económica, en medio de la cual estallaron en octubre pasado unas protestas sin precedentes en contra del Gobierno, la división sectaria del país y la corrupción de la clase política.
Las manifestaciones forzaron la dimisión del Gobierno de Saad Hariri, y en diciembre el presidente del país, Michel Aoun, nombró como primer ministro a Hasán Diab, al que le encargó formar un nuevo Gabinete.