"El encargado de negocios interino fue informado de que el Gobierno de la República de Irak condena estos ataques que violan la soberanía iraquí", dice un comunicado de la Cancillería.
Agrega que "todas las partes implicadas deben ser llamadas a moderación".
El pasado miércoles fueron bombardeadas instalaciones militares usadas por EEUU en Irak, incluidas la base de Ain al Asad en la provincia de Al Anbar (oeste) y otra en Erbil (norte), donde se encuentra el contingente militar estadounidense.
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, que asumió la autoría de los ataques, advirtió que se trata de una respuesta al asesinato del comandante de su Fuerza Quds, el general Qasem Soleimaní, el pasado 3 de enero en Bagdad, en una operación especial de EEUU, y amenazó con más represalias en el marco de lo que bautizó como la 'Operación mártir Soleimaní'.
Según Washington, ninguno de los ciudadanos estadounidenses resultó herido en el ataque, solo fueron infligidos daños materiales.
El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció sanciones económicas punitivas adicionales contra Irán, mientras su administración evalúa una respuesta al ataque.