"Ni el Gobierno, ni el pueblo aceptarán propuesta separatista alguna ni hoy, ni mañana", afirmó Asad.
"Por supuesto que la situación ha cambiado, es natural. Cualquier guerra cambia muchas cosas en una sociedad. Pero la guerra no es una excusa para desintegrar al país, ni da derecho al separatismo, la destrucción de la Constitución y el debilitamiento del Estado. La guerra tiene que hacer que nuestro país sea más fuerte y no más débil. Bajo ninguna circunstancia aceptaremos la desintegración", señaló el presidente.
Acciones de Turquía
Asad añadió que la iniciativa turca para repatriar a los refugiados sirios al noreste del país árabe esconde en realidad un plan para trasladar a terroristas a esa zona y además podría provocar un conflicto étnico.
Para Asad, el verdadero objetivo de Ankara es "trasladar a esas tierras a los terroristas que operaban en territorio sirio, y fueron derrotados, junto con sus familias para que formen una nueva sociedad radicalizada con la filosofía que tiene el régimen turco de [presidente Recep Tayyip] Erdogan".
"En todo caso, ambas opciones son muy peligrosas y buscan desestabilizar a Siria, por eso lo rechazamos de pleno", advirtió.
Diálogo con los kurdos
Además, Asad declaró que el Gobierno de Siria mantiene el diálogo con todos los grupos kurdos, incluidos los apoyados por Estados Unidos.
Según el mandatario, "los estadounidenses apoyaron a las unidades kurdas y nombraron comandantes a los kurdos para dar la impresión de que esas zonas son kurdas. Para meter cizaña entre los kurdos y otros grupos de Siria".
El presidente sirio se mostró convencido de que "la mayoría de los kurdos son patriotas que apoyan a su país y al pueblo sirio, al igual que otros".
"Pero estos grupos, sean kurdos, árabes o tal vez otros, actúan a las órdenes de los estadounidenses, y no obstante el diálogo con ellos es constante", dijo.
"Y cuando el Ejército sirio recupera el control, junto con el Ejército se recuperan las instituciones estatales de Siria", concluyó.
El líder sirio destacó el progreso que ha habido en el diálogo con los grupos kurdos tras la "invasión turca".
"Rusia juega un papel importante en esta materia, basándose en los mismos principios que acabo de mencionar", manifestó.
Asad añadió que los que buscan federalización en el norte de Siria son los árabes, ya que en estos territorios no hay mayoría kurda.
Según el mandatario, "la mayoría de los kurdos lleva décadas viviendo sin problemas en Siria", y las ideas de la secesión las promueven solo ciertos grupos radicales.
"Algunas de las ideas van por la federalización y el Gobierno autónomo kurdo. Como ya he dicho, [el noreste de Siria] es una región árabe. Y son los árabes los que pueden hablar de la federalización, porque son mayoría allí. Esto es obvio", señaló Asad.
En este sentido, la situación en Siria es diferente de la del norte de Irak y la del sureste de Turquía.
El presidente también denunció los intentos de EEUU de obstaculizar el diálogo entre el Gobierno sirio y los grupos kurdos.
Según el líder sirio, tras el inicio de la operación turca en el noreste del país árabe "ha habido progreso" en el diálogo entre Damasco y los kurdos.
Sin embargo, el Gobierno sirio ahora tiene "más optimismo a este respecto, porque tras nueve años de guerra creo que la mayoría de la población ha tomado conciencia de la importancia de la unidad con las autoridades, pese a la existencia de discrepancias políticas", manifestó Asad.
"La tarea de cualquier Estado del mundo es consolidar al conjunto de la sociedad, y estamos avanzando en esta dirección", aseguró.
Retirada de las fuerzas kurdas
Ademas, Asad señaló que la retirada de las Unidades de Protección Popular (YPG), en el norte de Siria en el marco del memorando ruso-turco aún no se ha implementado por completo.
El presidente subrayó que estos grupos son kurdo-árabes, pero sus jefes son kurdos, y tienen que retirar las fuerzas, ya que "han dado motivo a los turcos para empezar a poner en práctica el plan con el que estos soñaban desde el inicio de la guerra".
"En cuanto a la realización [de la retirada], las YPG ya habían anunciado que lo harían, ya lo están haciendo en algunas zonas, pero no se ha completado. Es lo que se espera. Estos procesos no ocurren de repente ni se realizan rápido", afirmó.
"Una vez que se implemente, les diremos sin falta a los turcos 'venga, vayan retirando sus fuerzas'", expresó.
Asimismo, el mandatario confirmó que las autoridades sirias están dispuestas a admitir a combatientes kurdos a las filas del Ejército regular y los invitan a luchar juntos contra las acciones de Turquía en el norte del país árabe.
Asad recordó que tras la firma del memorándum de Rusia y Turquía, el Ministerio de Defensa sirio anunció oficialmente que está dispuesto a admitir a combatientes de las kurdas Unidades de Protección Popular (YPG) en las filas del Ejército.
El presidente sirio subrayó que esos intentos continuarán.
El 30 de octubre, el Ministerio de Defensa sirio llamó a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), de las que forman parte las YPG, a unirse a las filas del Ejército gubernamental "para repeler la agresión turca que amenaza a los territorios de Siria".
Presencia militar de EEUU
A juicio de Bashar Asad, la permanencia de las tropas estadounidenses en Siria podría dar origen a un movimiento de resistencia como en Irak.
"También en Siria, la presencia de EEUU daría origen a la resistencia militar que provocaría bajas entre los estadounidenses y les obligaría a retirarse luego", manifestó Asad.
En su opinión, "EEUU no debería hacerse ilusiones sobre una vida cómoda en todas las regiones que ha invadido".
"Les recordamos lo de Irak y Afganistán. Siria no será una excepción en este sentido", agregó.
"Todas las quejas que se han elevado a la ONU se mantienen engavetadas, porque es un semiestado dirigido por grupos bandoleros que se guían por la ley del más fuerte", declaró Asad.
El mandatario calificó al principal organismo internacional como "un cónclave de ladrones, con las pugnas internas a raíz de las ganancias, las adquisiciones y las pérdidas".
"Vivimos ahora en un mundo similar a la jungla, más parecido al que había existido en la Segunda Guerra Mundial que al de posguerra. Sí que vamos a presentar quejas, pero se quedarán engavetadas", reafirmó.
El 1 de noviembre, las tropas estadounidenses reanudaron las misiones de patrulla cerca de los yacimientos petroleros del noreste de Siria, que habían sido suspendidas mientras Turquía llevaba a cabo su operación contra las milicias kurdas en las zonas fronterizas.
Enfrentamiento de EEUU y Rusia en Siria
Asimismo, Asad declaró que nadie se vería beneficiado con un enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia en Siria, dijo el presidente de este país árabe.
"Por supuesto que no pensamos en un enfrentamiento entre EEUU y Rusia. Evidentemente, no nos beneficiaría a nosotros, ni a Rusia, ni a la estabilidad global, aparte de que sería peligroso", señaló Asad.
EEUU intervino en el conflicto de Siria en septiembre de 2014, al frente de una coalición internacional que empezó a bombardear las posiciones de grupos terroristas sin la autorización de Damasco.
Más tarde, la Casa Blanca anunció el repliegue de las fuerzas de EEUU de Siria, sin embargo, precisó que ello no significa el fin de la coalición antiterrorista global liderada por Washington.
Con respecto a un contingente militar que EEUU todavía mantiene en el noreste de Siria, el jefe del Pentágono, Mark Esper, dijo a finales de octubre pasado que su objetivo principal es evitar que el llamado Estado Islámico recupere el acceso al petróleo, una fuente importante de sus ingresos antes de 2017.
Inversiones extranjeras
El mandatario sirio declaró que las inversiones extranjeras están llegando a Siria a pesar del embargo que mantienen contra la nación árabe EEUU y otros países de Occidente.
"Pese al bloqueo occidental y estadounidense, desde el exterior están llegando inversiones, aunque limitadas", aseguró el mandatario.
El líder sirio anunció "una nueva ley de inversiones en sustitución de la antigua, que tuvo varias redacciones".
"En estos momentos estamos debatiendo y examinando enmiendas adicionales que se puedan ajustar a la situación actual, para estimular el flujo de capitales, al menos aquellos que están en Siria y no son objeto del embargo internacional", indicó.
"En algunos sectores de la industria, por ejemplo, en el farmacéutico, el número de plantas ha aumentado significativamente respecto al inicio de la guerra", señaló.
A este respecto, Asad celebró "el mero hecho de que podamos crear nuevas plantas de producción (...) a pesar de la situación económica".
"Los países sumidos en este tipo de guerras pueden crear solo empresas de producción pequeñas o, tal vez, medianas", expresó.
Nueva Constitución
Asad afirmó que no es la nueva Carta Magna sino la derrota del terrorismo lo que pondrá fin a la guerra en su país.
El mandatario señaló al mismo tiempo que "es necesario de vez en cuando analizar la Constitución, como cualquier otro documento, e introducir enmiendas de acuerdo a la nueva realidad en Siria".
"No es la Sagrada Escritura, así que no tenemos ningún problema con ello y hemos tomado esta vía", declaró.
La formación del Comité Constitucional sirio fue anunciada el pasado 23 de septiembre por el secretario general de la ONU, António Guterres y el 30 de octubre el organismo se reunió por primera vez en Ginebra.
El Comité Constitucional está conformado por 150 miembros, 50 de ellos representan al Gobierno, 50 a la oposición y 50 a la sociedad civil de Siria.
Vínculo con el pueblo
Bashar Asad aseguró que los terroristas no lograrán cambiar sus hábitos ni su vínculo con la gente del país.
El mandatario explicó que "uno de los objetivos de los terroristas y de quienes les apoyaban era generar todo tipo de presión psicológica y crear una atmósfera de terror en Siria".
"Cuando el miedo domina al responsable también el ciudadano empieza a tener miedo", dijo.
En este sentido, Asad subrayó que tras el inicio de la guerra no se reforzó su seguridad personal.
"La seguridad no ha cambiado hasta el día de hoy desde los tiempos prebélicos, sigue siendo la misma; no hemos emprendido medida complementaria alguna. (...) Nada ha cambiado ni antes, ni durante, ni después de la guerra. Es la misma", enfatizó.
El líder sirio también sigue conduciendo él mismo el auto, una costumbre que mantiene desde que asumió la presidencia siria.
Para Asad, el "imperativo de estar lo más cerca posible de la gente, es uno de los componentes de la fuerza de cualquier responsable, consciente de su vínculo con las personas".
"Este fue mi principio antes de la guerra. No cambió antes de la guerra, no cambió durante la guerra y tampoco cambiará después", aseguró.
Protestas de Irak y el Líbano
El presidente sirio declaró que las protestas antigubernamentales en el Líbano e Irak no se parecen a los acontecimientos de 2011 en Siria, pero Occidente buscará aprovechar estas manifestaciones en beneficio propio.
"Al mismo tiempo, si esas manifestaciones en los países vecinos son espontáneas, sinceras, encarnación del anhelo del pueblo de cambiar la situación política y económica, entonces es imprescindible, sin duda alguna, que sigan siendo nacionales. Porque los países que se inmiscuyen en todo el mundo —tales como EEUU, Occidente, sobre todo el Reino Unido, Francia y otros— sin falta aprovecharán la situación para ejercer su papel y girar los acontecimientos hacia el cauce que les convenga", señaló el mandatario.
Asad añadió que en caso de que se sume el factor extranjero, la situación, sin duda, será contraria a los intereses del país.
"Nosotros lo conocimos y lo sentimos en carne propia en Siria, es por eso que yo deseo que estas movilizaciones sean un verdadero factor de cambio a mejor en todos los ámbitos y a todos los niveles", apostilló.