El pasado 17 de octubre Turquía y EEUU acordaron un cese del fuego en Siria por 120 horas para que los kurdosirios retiren sus fuerzas a 30 kilómetros de la frontera turca.
"Quedan 35 horas hasta el fin del cese del fuego, si los grupos terroristas no se retiran del todo de la zona, nosotros continuaremos la operación", dijo el canciller en Estambul.
Cavusoglu reconoció que algunas fuerzas kurdosirias han abandonado el territorio, pero aún se registran ataques que causan preocupación.
El canciller destacó que su país vota por una vía política, y no militar, de arreglo de la crisis.
Por su parte, el presidente turco aseguró que Ankara no tiene intención de negociar con las fuerzas de autodefensa kurdosirias, a las que considera una organización terrorista.
"Nunca nos hemos sentado a la mesa de negociaciones con una organización terrorista en 17-18 años [mientras el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo está en el poder], no nos sentamos y no nos sentaremos", dijo Erdogan interviniendo en Estambul.
Agregó que los países occidentales que se oponen a la operación turca en el noreste de Siria muestran "solidaridad con los terroristas".
La operación, llamada Fuente de Paz, apunta contra las formaciones lideradas por los kurdos, entre ellas las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), las milicias del Partido de la Unión Democrática (PYD) y las Unidades de Protección Popular (YPG) que dominan el noreste sirio y a las que Turquía vincula con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que considera terrorista.