Los abogados de Netanyahu llegaron puntuales a la cita y se mostraron confiados en que lograrán demostrar la inocencia de su cliente, que no los acompañó en la primera comparecencia.
Ram Caspi, uno de los abogados de Netanyahu, dijo a los periodistas congregados en la entrada del edificio del Ministerio de Justicia, que el primer ministro no va a solicitar clemencia ni va a llegar a un pacto con la Fiscalía por el que se reconozca culpable a cambio de que le rebajen la posible sentencia.
“Tengo confianza total y plena en el sistema legal y en la justicia. No tengo dudas de que el fiscal general tomará sus decisiones de manera apropiada y profesional”, declaró Caspi.
El abogado considera que hay "bases sólidas" para revertir las acusaciones contra Netanyahu, al que podría imputarse por cohecho, fraude y abuso de confianza.
Amit Hadad, otro de los abogados del primer ministro, señaló que la defensa presentará nuevas pruebas durante la vista, que se extenderá durante cuatro días no consecutivos, hasta el 7 de octubre que viene, la víspera del Yom Kipur (Día de la Expiación para los judíos).
“Estamos seguros de que cuando acabemos, no habrá más opción que cerrar el caso”, afirmó Hadad, según la cadena de televisión israelí Kan.
Junto a la entrada del Ministerio de Justicia, un grupo de manifestantes mostraban su apoyo al fiscal general, Avijai Mandelblit, con pancartas en las que se leía: "La verdad y la ley hablarán, hemos venido a apoyarte en tu lucha contra la corrupción".
La vista, en la que, además de los varios abogados de Netanyahu y el fiscal general, participarán unos 20 funcionarios del Ministerio de Justicia que han investigado los casos relativos al primer ministro desde 2016, se celebra en el sótano del edificio, en la calle Saladino, en una habitación sin ventanas.
El último caso es el que se considera más grave y es el que, según los analistas, tiene más posibilidades de acabar en condena.
Se sospecha que, entre los años 2012 y 2017, el primer ministro hizo diversos favores al gigante de telefonía israelí Bezeq, controlado por el empresario Shaul Elovitch, a cambio de que el popular digital de noticias Walla, que también depende de Elovitch, ofreciera una cobertura favorable a Netanyahu y su esposa, Sara.
La Policía considera que dispone de pruebas suficientes para que se acuse a Netanyahu formalmente de cohecho, fraude y abuso de confianza en este caso.
En el Caso 1000, se sospecha que Netanyahu aceptó lujosos regalos de dos millonarios para él y su familia por valor de hasta un millón de shekels (unos 260.000 euros). Los obsequios habrían sido viajes, joyas, puros y champán francés. A cambio, el primer ministro les habría hecho favores como aprobar una ley que limita los impuestos para israelíes que regresen del extranjero.
La fiscalía considera que dispone de las pruebas necesarias para demostrar que sus sospechas son ciertas. Netanyahu admite haber recibido regalos, pero asegura que se los hicieron a cambio de nada, por amistad.
La vista de Netanyahu, que niega todas las acusaciones, se prolongará hasta la semana que viene y se dividirá en cuatro sesiones.
El fiscal puede tardar entre dos y cuatro meses en anunciar si lo acusa o no, pero si hubiera juicio, podría durar años.
Aunque lo acusen formalmente, Netanyahu no estará obligado a dimitir mientras sea primer ministro. Él asegura que es inocente y que lo demostrará.
Precisamente para conservar su cargo, Netanyahu ha estado negociando con Gantz la formación de un gobierno de unidad en el que los dos se turnen al frente del ejecutivo, pero no llegaron a un acuerdo sobre cuál de ellos ocuparía antes el puesto de primer ministro.
Ninguno de los dos tiene suficientes diputados para conseguir la mayoría necesaria de 61 en el Parlamento, de 120 escaños.
El presidente de Israel, Reuven Rivlin, dio el mandato de formar gobierno a Netanyahu y llamó a las dos formaciones a establecer un ejecutivo de unidad, pero hasta ahora, las negociaciones no han avanzado.
Netanyahu y Gantz tenían que reunirse hoy, pero el líder de Azul y Blanco canceló la cita anoche. Azul y Blanco no descarta reunirse con el Likud dentro de unos días, pero podría ser que Netanyahu devuelva hoy mismo a Rivlin el mandato que le otorgó para intentar formar gobierno.