"Los planes de Irán de suspender las restricciones sobre las investigaciones y los desarrollos nucleares es motivo de gran preocupación", dice el comunicado de la Cancillería británica.
En julio de 2015, Irán y seis mediadores internacionales —Rusia, EEUU, Reino Unido, China, Francia y Alemania— firmaron el PAIC que estableció una serie de limitaciones al programa nuclear iraní para excluir su posible dimensión militar, a cambio del levantamiento de sanciones internacionales.
A pesar de que el Organismo Internacional de Energía Atómica confirmó que Teherán cumplía con el tratado, EEUU lo abandonó en mayo de 2018 acusando a Irán de seguir desarrollando armas nucleares, y restableció desde entonces varias baterías de sanciones contra la república islámica.
En particular, superó las reservas de 300 kilos de uranio enriquecido hasta el 3,67%, empezó a enriquecerlo a principios de julio pasado por encima de este límite, y anunció que seguirá reduciendo sus obligaciones progresivamente cada 60 días, a menos que otros firmantes del acuerdo hallen una solución diplomática para eludir las sanciones estadounidenses.
Al mismo tiempo, Teherán destaca que estas medidas son "reversibles".