La UNAMA "condena ataques contra civiles que muestran un intento deliberado de sembrar el miedo entre la población, que ya ha sufrido bastante", dijo el director de la UNAMA, Tadamichi Yamamoto.
Agregó que los responsables del ataque deben ser llevados ante la justicia.
El 17 de agosto un hombre perpetró una explosión suicida durante una boda en Kabul que dejó según los últimos datos 63 fallecidos y más de 180 heridos.
La autoría del ataque fue reclamada por el llamado Estado Islámico, o ISIS (grupo terrorista prohibido en Rusia y otros países).
Afganistán vive una situación de inestabilidad a raíz de los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, Daesh, pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados.
Hasta ahora, los talibanes han condicionado el proceso de paz en Afganistán a la retirada de las tropas extranjeras e insisten en acordar el calendario de su repliegue con EEUU, no con el Gobierno en Kabul.
La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) documentó en los primeros seis meses de este año 3.812 víctimas civiles —1.366 muertos y 2.446 heridos— a causa de la violencia que continúa en el país.