"Les dije a los brasileños (el martes) que son ellos quienes tienen que resolver la cuestión, no los iraníes; si esto no se resuelve, quizá las autoridades de Teherán puedan tomar algunas decisión, porque este es un mercado libre y hay otros países disponibles", dijo el embajador de Irán, Seyed Ali Saghaeyan, en declaraciones recogidas por el diario o Globo.
Los barcos de bandera iraní Bavand y Termeh están parados desde hace un mes cerca del puerto de Paranaguá (costa de Paraná, sur de Brasil).
La empresa que fletó los barcos para la exportación de maíz brasileño hacia Irán, la brasileña Eleva, dice que no hay ningún riesgo de sanciones y que sólo Petrobras distribuye el tipo de combustible que usan los cargueros.
El impasse acabó en la Justicia y el Tribunal Supremo Federal deberá decidir en los próximos días si Petrobras está obligada o no a suministrar el combustible.
Mientras tanto, el Gobierno de Irán está considerando mandar combustible a los barcos, aunque esa opción exija más tiempo y sea más cara, afirmó el embajador.
"Países grandes e independientes como Brasil e Irán deben trabajar juntos, sin interferencia de otros países", dijo el embajador, quien intentó, sin éxito, reunirse con el canciller Ernesto Araújo.
Brasil exporta a Irán mercancías por valor de casi 2.000 millones de dólares al año; en su mayoría materias primas como maíz, carne y azúcar.
El caso del maíz es especialmente sensible, porque las importaciones del grano brasileño por parte de Irán aumentaron un 30% el año pasado respecto a 2017 y ya suponen un tercio de las ventas al exterior del país sudamericano del producto.