"Los petroleros en llamas frente a las costas de Irán han despertado los viejos temores", escribe Christian Siedenbiedel.
El Golfo de Omán, donde ocurrieron los ataques, está muy cerca el estrecho de Ormuz, una de las rutas más importantes para los petroleros. Representa el 17% de los suministros mundiales del oro negro.
Si se cierra la ruta a través del estrecho debido al incidente, EEUU y Europa se quedarán sin suministros necesarios, explica el periodista.
Por supuesto, hay rutas alternativas, porque hoy en día el petróleo puede ser transportado no solo por los petroleros, sino también por los oleoductos, por ejemplo, el de Arabia Saudí o Abu Dabi, que pasa por los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, los expertos dicen que las capacidades de estas líneas de suministro son bastante limitadas.
El autor del artículo recuerda un ejemplo histórico de la 'guerra de petroleros' entre Irán e Irak en el golfo Pérsico. De 1980 a 1988, 451 barcos fueron atacados en la región. La mitad de ellos eran petroleros. Esta tensión llevó a que el precio del oro negro aumentara de 15 a 50 dólares y permaneciera alto hasta 1986. Esto afectó a todo el mundo.
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Dos petroleros fueron atacados el 13 de junio en el golfo de Omán, a escasos kilómetros del estrecho de Ormuz. El ataque ocurrió en aguas territoriales de Irán, Emiratos Árabes Unidos y Omán. Desde el Ministerio de Defensa de EEUU han acusado a Irán de cometer el ataque con torpedos y con minas.
El Ministerio de Exteriores iraní rechazó, por infundada, la acusación estadounidense.
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