La pequeña, del campo de refugiados de Al Burej, en la Franja, estuvo inconsciente varios días antes de morir. Sus últimos momentos consciente, en Jerusalén, los pasó con una señora casi desconocida porque sus padres no obtuvieron el permiso de Israel para salir de la Franja.
En Gaza no disponían de los medios para operarla y se iniciaron los trámites para derivarla al Hospital Al Makased, un centro palestino de Jerusalén este.
"Mi hermano Wisam, el padre de Aisha, solicitó permiso a Israel para salir de Gaza con su hija y acompañarla a Jerusalén, pero se lo denegaron. La madre, Muna, ni siquiera puede optar a un permiso porque llegó hace unos años de Libia y no obtuvo autorización de Israel para tener carné de identidad palestino. Entró en Gaza desde Egipto", explicó a Sputnik una de las tías paternas de Aisha, a la que todo el mundo llama madame Fadwa.
"Diversos familiares, yo incluida, pedimos permiso para ir con mi sobrina a Jerusalén, pero nos lo denegaron", aseguró la tía de Aisha.
"Me dieron el permiso enseguida. Salí de Gaza con la niña el 17 de abril. No me había visto nunca y lloraba mucho, solo quería estar con sus padres", contó a Sputnik Um Mohamad en su humilde hogar, en Gaza.
Noticia relacionada: Erdogan responsabiliza a Netanyahu de la muerte de niños palestinos
En el hospital Al Makased LE hicieron pruebas a Aisha y la operaron. Los cirujanos informaron a la familia de que la intervención había ido bien.
"Al principio afirmaron que le habían podido quitar todo el tumor, pero luego dijeron que no", comentó la tía en su domicilio de Gaza ciudad.
Aisha se recuperó de la intervención y "hablaba, comía, estaba bien, pero al cabo de tres o cuatro días empezó a tener problemas", dijo Um Mohamad. La niña fue trasladada al Hospital Augusta Victoria, de Jerusalén.
Los médicos aseguraron que no podían hacer nada por Aisha y la mandaron de vuelta a Gaza. La ambulancia para trasladarla hasta la frontera con la franja (una hora y cuatro de camino) costaba 1.500 NIS (unos 375 euros), demasiado dinero para Um Mohamad. "Tuvimos que coger un taxi. Envolvieron a Aisha en unas sábanas y me la llevé en brazos", señaló Um Mohamad.
Además: Más de 50 niños palestinos mueren en 2018 por ataques de militares israelíes
Ella y la pequeña, totalmente inconsciente, recorrieron el túnel de dos kilómetros al aire libre que comunica la terminal con Gaza en un tuc-tuc, como llaman en la franja a los vehículos como los carritos de golf.
"Lo más duro es pensar que pasó sus últimos momentos consciente sintiéndose sola, con alguien a quien apenas conocía, lejos de sus padres, lejos de toda su familia porque nos denegaron los permisos. Y no nos pudimos despedir de ella", lamentó madame Fadwa.
Más: Los hospitales de Gaza se están quedando sin electricidad
El coordinador de las actividades del gobierno israelí en los territorios palestinos (COGAT), aseguró en un comunicado que aprobó la entrada de Aisha en Israel después de que sus padres firmaran "un documento conforme no querían salir de Gaza con ella. En cambio, solicitaron que saliera acompañada de una amiga de la familia".
La tía de la pequeña aseguró que la versión del COGAT "es falsa". "Claro que quisieron acompañarla, y yo y otros tíos también, pero no nos concedieron los permisos", sentenció.