"El campo de Rukban puede y debe ser cerrado antes del invierno", dijo Lavréntiev tras concluir este 26 de abril la duodécima ronda de consultas sobre Siria en la capital kazaja.
Más de 40.000 refugiados permanecen en ese campamento retenidos por los grupos armados que operan en el área, según datos de la Media Luna Roja.
Lavréntiev informó que hasta la fecha 7.434 refugiados sirios lograron abandonar el campamento y trasladarse a zonas controladas por el Gobierno.
"La cantidad de personas que quieren volver a casa crece constantemente", puntualizó.
El 24 de abril, un equipo de la ONU logró entrar por primera vez en el campamento de Rukban, según lo comunicó la secretaria general adjunta para Asuntos Humanitarios del organismo, Ursula Mueller.
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Siria, junto con Rusia, ha pedido en varias ocasiones a Estados Unidos que permita salir a los refugiados que quieren abandonar el campamento y para ello se establecieron corredores humanitarios.
En enero de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) describió a las personas que residían en el campamento como "atrapadas", y viviendo "en condiciones deplorables".
El suministro limitado de agua, el clima duro y los servicios médicos deficientes contribuyen al aumento de enfermedades como la influenza, el sarampión, la tuberculosis y los trastornos respiratorios crónicos, afirmó la OMS.