"Estoy extremadamente preocupado por el deterioro de la situación en Idlib", dijo Lowcock en una conferencia en Bruselas, señalando que hubo víctimas en los ataques aéreos del mes pasado, "permítanme repetir lo que ya habíamos dicho: un ataque militar a gran escala contra Idlib llevaría a la mayor catástrofe humanitaria de las que vimos en el siglo XXI. Esto es simplemente inaceptable", agregó.
El acuerdo establece en la provincia una zona desmilitarizada de 15 a 20 kilómetros en la línea de separación entre la oposición armada y las tropas sirias, libre de terroristas, sin armamento pesado en manos de opositores, y controlada por las tropas turcas y la policía militar rusa.
Los terroristas, que siguen violando diariamente el alto el fuego y desestabilizando la situación en Idlib, atacan regularmente los asentamientos en el norte de las provincias de Hama y Latakia, además de la posiciones del ejército sirio a lo largo de la zona desmilitarizada.
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El 13 de marzo, la aviación rusa realizó un ataque coordinado con Turquía contra un almacén de armas de Frente al Nusra (prohibido en Rusia) en Idlib, porque según una información fiable, la víspera se transportaron a ese almacén un gran lote de drones para lanzar una ofensiva aérea contra la base rusa en Hmeymim
Según datos de altos cargos de la ONU, unas 400.000 personas perdieron la vida en las hostilidades en el país árabe.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.
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