EEUU llegó a ofrecer una recompensa de 10 millones de dólares por la cabeza de Omar después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El jefe adjunto del gabinete y portavoz del presidente afgano Ashraf Ghani, Haroon Chakhansuri, rechazó en términos enérgicos esta hipótesis.
"Rechazamos enérgicamente esta afirmación delirante y la vemos como un esfuerzo por crear y construir una identidad para los talibanes y sus patrocinadores extranjeros. Tenemos pruebas suficientes demostrando que vivió y murió en Pakistán. ¡Punto!", publicó Chakhansuri en su cuenta de Twitter.
We strongly reject this delusional claim and we see it as an effort to create and build an identify for the Taliban and their foreign backers. We have sufficient evidence which shows he lived and died in Pakistan. Period! https://t.co/G2OsrNDGm0
— Haroon Chakhansuri (@hchakhansuri) March 11, 2019
Afganistán vive una situación de inestabilidad a raíz de los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países), pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados.
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Hasta ahora, los talibanes han condicionado el proceso de paz en Afganistán a la retirada de las tropas extranjeras e insistido en acordar el calendario de su repliegue con EEUU, no con el Gobierno en Kabul al que califican de "títere".
