Gantz y Lapid anunciaron antes del amanecer del 21 de febrero que sus partidos, Resiliencia para Israel y Hay Futuro, habían acordado unirse para presentarse en una lista conjunta a las elecciones generales del próximo 9 de abril.
También forma parte de esta alianza el partido Telem, del también exgeneral Moshe Yaalon, que se unió a Resiliencia para Israel en enero, y el antiguo jefe del Estado Mayor Gabi Ashkenazi.
Según las encuestas de los canales 12 y 13, Azul y Blanco obtendría 36 escaños en las elecciones, lo que lo convertiría en el primer partido de la Kneset (Parlamento israelí), por delante del Likud de Netanyahu, que lograría 30 o 26 asientos.
Ambas encuestas concedieron siete asientos a la formación religiosa ultraortodoxa Judaísmo Unido de la Torá y cinco o seis a los ultraortodoxos del Shas.
La Nueva Derecha, fundada al comienzo del ciclo electoral por los ministros Naftali Bennett y Ayelet Shaked, que abandonaron la formación Hogar Judío, obtendrían cinco escaños según el Canal 13, y seis, según el Canal 12. Hogar Judío lograría entre 4 y 8 escaños.
Los dos sondeos pronostican que el partido de izquierdas Meretz y el de centro Kulanu obtendrían cuatro asientos. Israel Nuestro Hogar, ultraderecha laica, conseguiría entre 4 y 5 escaños.
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Los partidos árabes, que a última hora del 21 de febrero estaban aún negociando posibles alianzas para presentarlas antes de que se acabara el plazo a medianoche, obtendrían entre 12 y 14 asientos en el Parlamento.
Gane quien gane necesitará sumarse a diversos partidos para conseguir los 61 diputados necesarios para tener mayoría en la Kneset.
