Netanyahu acusó a Gantz y a su socio de coalición Yair Lapid, líder del partido Hay Futuro, de "confiar en los partidos árabes que no solo no reconocen al Estado de Israel, sino que quieren destruirlo".
Gantz y Lapid llegaron a un pacto electoral para formar la coalición Azul y Blanco y presentarse unidos a las elecciones legislativas del próximo 9 de abril.
Los sondeos difundidos el 21 de febrero por la noche, menos de 24 horas después, por los Canales 12 y 13 de la televisión israelí otorgan al partido de Netanyahu, el Likud, 30 y 31 escaños, y a los blanquiazules, 36 y 35 asientos en el Parlamento, respectivamente.
Netanyahu atacó a Gantz diciendo que Israel ya ha visto el escenario de "generales de izquierda", en referencia al exprimer ministro Isaac Rabin, asesinado por un judío extremista en 1995, tras la firma de los acuerdos de paz de Oslo, entre israelíes y palestinos.
Culpó a Lapid y Gantz de abogar por una retirada israelí de Cisjordania y aseguró que resistió a una presión inmensa del expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, para que evacuara las colonias judías en Cisjordania.
Netanyahu enfatizó que la situación de Israel nunca ha sido mejor diplomáticamente, citando los crecientes vínculos con algunos países árabes y la decisión de los Estados Unidos de trasladar su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.
El primer ministro israelí criticó a Gantz por haberse burlado de su historial militar en un discurso reciente. "Yo, que arriesgué mi vida. Pero hoy Benny Gantz está listo para dar el cargo de primer ministro a Yair Lapid, cuya experiencia militar es la de un reportero de Mahane", señaló en referencia al periódico del Ejército israelí.
Netanyahu habló en la noche del 21 de febrero después de que Gantz y Lapid celebraran su primera conferencia de prensa, en Tel Aviv, tras anunciar la creación de la alianza Azul y Blanca.
Durante el evento, Gantz pidió "reconciliación nacional en lugar de incitación" y Lapid declaró el establecimiento de "un partido de gobierno".
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