"La crisis de refugiados que experimentamos es el mayor desafío para todos nosotros, si alguien piensa que dejarlos en los países vecinos a Siria los mantiene alejados, comete un error, su presencia en los países de Oriente Medio solo acelerará el movimiento de ellos hacia Europa, la única oportunidad de no permitirles venir consiste devolverlos a su país de origen", cita a Basil la agencia nacional NNA.
"Un millón y medio de refugiados son 200 personas por kilómetro cuadrado, han provocado el 40% de las pérdidas de producción en el Líbano, están amenazando a la existencia del país, están destruyendo la integridad social", agregó Basil.
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El titular señaló que en Europa la concentración de refugiados en la proporción de 0,1 personas por kilómetro cuadrado ya creó problemas de integración en la sociedad y dividió los países de la UE en aquellos que han abierto las fronteras para los refugiados y los que las cerraron del todo.
La población del país árabe asciende solo a 4,5 millones, y las fuentes no oficiales aseguran incluso que la cifra de emigrantes sirios podría ser de 2 millones de personas.
Las autoridades libanesas pidieron reiteradamente en foros internacionales, incluida la ONU, la ayuda a la comunidad internacional para que la presencia de refugiados sirios en el Líbano no desencadene a una catástrofe a nivel de Estado.
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En la Cumbre Árabe de Desarrollo Económico y Social de la Liga Árabe, celebrada a finales de enero en Beirut, el Líbano demandó el regreso de los refugiados a Siria, mientras otros países expresaban opiniones divergentes respecto a la redacción del artículo, y ciertos ministros árabes insistieron en que la discusión al respecto debía vincularse a la solución política en Siria.
