Los bombardeos ocurrieron horas después de que un funcionario israelí dijera que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, había decidido no permitir una transferencia de dinero catarí a Gaza.
La decisión de Netanyahu se produjo debido a la nueva escalada de violencia del 22 de enero a lo largo de la frontera entre Gaza e Israel, en la que un palestino murió y un soldado israelí resultó levemente herido, según confirmaron el Ministerio de Sanidad de Gaza y el Ejército israelí en sus respectivos comunicados.
Tras un período de relativa calma, el 22 de enero por la tarde, el Ejército israelí bombardeó un puesto de observación de Hamás cerca de la frontera, después de que un oficial israelí resultara levemente herido por una bala que penetró en el casco que llevaba puesto.
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El Ejército israelí atacó un puesto de Hamás en Gaza y mató a un palestino de 24 años e hirió a dos más. Según medios israelíes, el muerto era miliciano de Hamás.