El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que el Ejército del país está preparado para lanzar en los próximos días una operación militar contra las YPG en Manbij si EEUU no las retira de allí.
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El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) a su vez declaró que dará una dura respuesta a Turquía si lanza esta operación.
"El primero que saldría favorecido sería ISIS [autodenominado Estado Islámico, grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países], pues siempre que se cierra el cerco a su alrededor, le arrojan una soga salvadora", dijo Hedu a Sputnik, agregando que "también ganaría Erdogan".
A juicio de Hedu, si comienza la operación en Manbij, los mandos de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) se verán obligadas a trasladar unidades hacia la línea del frente, lo que debilitará sus posiciones en la lucha contra ISIS y los terroristas tendrán una especie de tregua.
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Según el político, Turquía está viviendo una grave crisis económica, Occidente la acusa de violaciones de derechos humanos, por eso a Erdogan la conviene provocar un nuevo conflicto para distraer la atención del electorado de los problemas y ganarse su apoyo en las próximas elecciones.
Aunque Erdogan anunció que el presidente de EEUU, Donald Trump, acogió positivamente el plan de la nueva operación turca en Siria, Washington reaccionó negativamente, porque los kurdos sirios son la base de las Fuerzas Democráticas Sirias, a las que EEUU apoya en la lucha contra ISIS.
Las FDS controlan extensos territorios en el este y el noreste de Siria, que de hecho no se subordinan a Damasco, allí está estacionado un contingente estadounidense de unos 2.000 efectivos, lo que el Gobierno sirio califica de ocupación.
