"Tenemos una coordinación muy buena con Egipto. Estamos planeando crear un ejército o una fuerza de vigilancia conjunta para proteger la frontera, frenar la infiltración de terroristas, de personas que utilizan esta área para el tráfico de personas… A veces se trafica con armas y se mueven terroristas. Necesitamos asegurarnos de que la frontera de Libia con los países vecinos esté bien controlada", declaró Babiker.
El diplomático expresó la esperanza de que los esfuerzos contribuyan a resolver la crisis en Libia, que calificó como país muy importante para África y Medio Oriente tanto en lo económico como en lo político.
"Cuando hay inseguridad y no hay un gobierno central que controle la situación, estas cosas pasan También nos hemos visto afectados porque hay inseguridad en la frontera entre Sudán y Libia", lamentó.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011 derivara en una dualidad de poderes, choques entre grupos rivales, proliferación de grupos yihadistas y mafias que trafican con migrantes ilegales de África a Europa.
El Ejército de Liberación Nacional Libio, al mando del mariscal Jalifa Haftar, actúa en el este del país y se niega a reconocer al Gobierno de Unidad Nacional, de Fayez Sarraj, establecido en Trípoli y reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de la ONU.
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Sudán contribuye activamente a los esfuerzos para lograr la paz en el país vecino. A finales de noviembre pasado, Jartum fue escenario de una reunión sobre Libia, en la que participaron altos cargos del Gobierno de Unidad Nacional, varios Estados regionales, la ONU, la Liga Árabe y diplomáticos europeos.
