El pasado noviembre, el rotativo informó de que la empresa israelí vende esta tecnología a regímenes dictatoriales y represivos que pueden usarla para espiar a disidentes.
3 de diciembre 2018, 00:30 GMT
"Se debería de responsabilizar a NSO para proteger las vidas de los disidentes políticos, periodistas y activistas por los derechos humanos", señaló el abogado Alaa Mahajna, que representa a Abdulaziz, residente en Canadá.
El activista intercambió cerca de 400 mensajes con Khashoggi, asesinado en el Consulado de Arabia Saudí en Estambul, un año antes de que lo asesinaran. En ellos, el periodista tildaba al príncipe heredero saudí de "bestia".
Investigadores de la Universidad de Toronto descubrieron que el teléfono de Abdulaziz estaba pirateado con un software espía de nivel militar creado por la empresa israelí y utilizado por el Gobierno saudí.
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