De acuerdo con la publicación, los agentes de contrainteligencia iraní utilizaron el motor de búsqueda Google para localizar la ubicación de la red y de los informantes de la CIA.
Según declaró al medio un exagente de inteligencia estadounidense, que prefirió mantenerse en el anonimato, un agente doble informó a la contrainteligencia iraní sobre un sitio web utilizado por los agentes para comunicarse con la CIA. Entonces, los agentes iraníes presuntamente empezaron a buscar en Google sitios web con significantes digitales o componentes similares y, como resultado, localizaron varios sitios web secretos de la agencia estadounidense. Luego, habrían rastreado a quienes visitaron estos sitios, algo que los habría ayudado a desmantelar la red de comunicaciones de la CIA.
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De acuerdo con el artículo, la plataforma de comunicaciones fue utilizada por primera vez en las zonas de conflicto en Oriente Medio, y "nunca estuvo destinada para ser usada a largo plazo por los agentes".
El interlocutor subrayó que "ha estado funcionando bien durante mucho tiempo, pero era un sistema demasiado simple", asimismo, "todos estaban utilizándolo indebidamente".
Los agentes de inteligencia estadounidenses reclutaron a los informantes iraníes a través de los sitios web falsificados, en los que ofrecieron puestos de trabajo, visados y educación en el extranjero, y se reunieron con los candidatos en Dubái o Estambul.
Según afirmó otra fuente de la CIA a Yahoo News, los agentes de contrainteligencia chinos también habrían perpetrado un ciberataque contra la red de comunicaciones de la agencia estadounidense en 2011 y 2012 a través del mismo método, aunque no se conoce si los dos países actuaron en conjunto.
En 2008, un contratista de la CIA en Irán, John Reidy, advirtió a la agencia sobre un "fallo masivo de inteligencia", no obstante, la CIA no prestó atención a las palabras del empleado. Después del ataque, fue despedido por "conflictos de interés".
"Es uno de los fallos más catastróficos de inteligencia desde el 11S. Y la CIA castigó a la persona que sacó el problema a la luz", declaró al medio Irvin McCullough, experto de la empresa Government Accountability Project.
