"El ministro ha decidido que no es el momento adecuado para asistir [al encuentro económico de] Riad el 23 de octubre", comunicó a medios británicos.
El Gobierno del Reino Unido ha reaccionado con cautela y demora en sus declaraciones y a la hora de tomar medidas contra Arabia Saudí, su principal comercial y estratégico en Oriente Medio.
"El Reino Unido continúa muy preocupado por la desaparición de Khashoggi, alentamos la colaboración turca-saudí y esperamos que el reino de Arabia Saudita conduzca una investigación creíble, transparente y rápida", añadió el portavoz británico.
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BuzzFeed News y otros medios han llamado la atención sobre la contradictoria postura del Gobierno de Theresa May, que urge la participación de Riad en la investigación de este grave caso pero rechaza la colaboración de Moscú en pesquisas sobre los incidentes de Salisbury y las muertes no aclaradas de ciudadanos rusos en Inglaterra.
"La respuesta del Gobierno del Reino Unido a la abominable tragedia de Jamal Khashoggi ha sido vergonzosamente lenta, debería cuestionar al Gobierno saudí sobre el abuso de derechos humanos… y suspender inmediatamente el suministro de armas a Riad", ha condenado el líder laborista Jeremy Corbyn.
El ministro Fox sigue ahora el ejemplo de otros políticos internacionales que anunciaron previamente su boicot a la conferencia ´Iniciativa para inversiones futuras (FII, según las siglas en ingles), que el sector ha apodado el 'Davos del desierto'.
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