La organización documentó 16 casos de retención ilegal, muchas veces con el fin de canjear prisioneros cuando no simplemente lucrarse, pero grupos yemeníes pro derechos humanos tienen constancia de centenares de casos más.
"Los hutíes han añadido la extorsión a la larga lista de abusos y delitos contra la gente que está bajo su control en Yemen", cita el comunicado a Sarah Leah Whitson, directora para Oriente Medio de Human Rights Watch.
La toma de rehenes es una grave violación de las leyes de la guerra y un crimen de guerra, señala HRW.
Oficiales hutíes someten a los detenidos a un trato brutal que a menudo incluye torturas, según los testimonios.
Exprisioneros dicen haber sido golpeados con barras de hierro, palos de madera y culatas de fusiles, colgados de una pared con los brazos esposados o amenazados con una violación delante de sus familiares.
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La ONG insta al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas a renovar el mandato de su Grupo de expertos eminentes internacionales y regionales para Yemen, a fin de que investigue estos abusos e identifique a los responsables.
Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá.
En marzo de 2015, intervino en el conflicto del lado del gobierno legítimo una coalición encabezada por Arabia Saudí e integrada mayormente por países del golfo Pérsico.
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Unos 6.600 civiles murieron y casi 10.500 resultaron heridos en Yemen del 26 de marzo de 2015 al 9 de agosto de 2018, según la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACDH).
