En su discurso tradicional con motivo de la festividad religiosa chií de la Ashura, Nasrallah dijo a sus seguidores en un discurso televisado que tienen que confiar en las capacidades de Hizbulá y que el balance de poderes regional ha cambiado.
Nasrallah añadió que la formación que lidera, aliada del presidente sirio, Bashar al Asad, "ahora posee misiles de precisión y de no precisión y capacidad armamentista".
El Ejército israelí ha realizado diversos ataques en Siria, muchos destinados a detener presuntos cargamentos de armas para Hizbulá, con el que mantuvo una guerra en el 2006 en el Líbano.
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El Gobierno israelí ha señalado reiteradamente que no permitirá "un juego de intercambio de armas" para Hizbulá.
Nasrallah advirtió a Israel de que "si impone una guerra en el Líbano, se enfrentará a un destino y a una realidad que no esperaba".