"Turquía y Rusia controlarán conjuntamente este proceso, necesitamos desplegar fuerzas militares adicionales en Idlib", dijo.
Añadió que "los grupos terroristas se irán de allí, se retirarán las armas pesadas, quedarán los civiles y la oposición moderada con una pequeña cantidad de armas ligeras" y por tanto esta región "estará libre de los terroristas".
Subrayó también que Rusia dio garantías de que el Ejército del Gobierno sirio no lanzaría una ofensiva en Idlib.
"Mantendremos nuestros 12 puestos de observación en Idlib, la zona libre de armas pesadas será controlada por nuestros drones, mientras que para identificar a los grupos terroristas, intercambiaremos datos de inteligencia [con Rusia]", precisó.
El 17 de septiembre, los presidentes de Rusia y de Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, acordaron en Sochi establecer para el 15 de octubre una zona desmilitarizada en Idlib en la línea de separación entre la oposición armada y las fuerzas sirias.
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La zona desmilitarizada en Idlib será controlada por las tropas turcas y la policía militar rusa.
Gracias a los acuerdos entre insurgentes y Damasco, se fueron trasladando a Idlib las facciones que se negaron a abandonar la lucha armada durante las operaciones antiterroristas de Alepo, Homs y Guta Oriental.
En 2017, Idlib pasó a integrar una zona de distensión patrocinada por Turquía.
Damasco declaró en julio pasado que se reserva el derecho de usar la fuerza militar para recuperar la provincia de Idlib si los rebeldes rechazan la reconciliación.
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