"Esos grupos se preparan activamente para organizar una defensa de larga duración, eliminan a los líderes opositores que aprueban la reconciliación y avalúan lanzar una ofensiva contra las ciudades de Alepo y Hama", dijo en rueda de prensa.
"Las tensiones en Siria y fuera de su territorio aumentan, la situación más difícil se desarrolla en la provincia de Idlib donde se observa una escalada de tensión por la gran concentración de los terroristas", dijo la portavoz.
Subrayó que un total de 55 drones que pertenecían a grupos armados que operan en la provincia siria de Idlib, fueron destruidos en los últimos dos meses por los militares rusos.
Desde Idlib "continúan realizándose ataques terroristas con drones contra instalaciones militares rusas, en los últimos dos meses fueron destruidos 55 aparatos de ese tipo", dijo Zajárova.
La diplomática rusa señaló además que "a pesar de que fueron revelados los planes de los radicales y representantes de los Cascos Blancos de escenificar el uso de armas químicas por las tropas gubernamentales, dentro de la zona de Idlib continúa preparándose la mencionada escenificación".
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La víspera el embajador sirio en China, Imad Mustafa, afirmó que las autoridades sirias cuentan con suficientes pruebas de que se prepara una farsa de ataque químico en Idlib.
Según el diplomático, esta información no fue una "sorpresa" para las autoridades del país, porque EEUU y sus aliados buscan aprovechar el presunto ataque químico para cometer otro acto de agresión contra el Estado sirio.
Agregó que "ataques semejantes fueron montados muchas veces en vísperas de cada etapa crítica en la guerra contra el terrorismo en Siria".
"Las fuerzas occidentales ya han decidido que debe producirse un ataque y ya habían preparado su reacción ignorando la opinión pública (en sus países)", indicó.
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Asimismo, la portavoz de la Cancillería rusa María Zajárova afirmó que Rusia está preocupada por las tentativas de Estados Unidos de preparar la opinión pública mundial para una nueva agresión contra Siria.
Idlib fue ocupado en 2015 por grupos armados y la organización terrorista Frente al Nusra (también conocida como Fatah al Sham, prohibida en Rusia).
Conforme a los acuerdos de reconciliación, a esa provincia llegaron los miembros de los grupos radicales que se negaron a entregarse a las fuerzas gubernamentales en Alepo, Homs y Guta Oriental, Deraa y Al Quneitra, escenarios de operaciones antiterroristas.
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En 2017, el territorio de Idlib comenzó a formar parte de la zona de distensión del norte de Siria patrocinada por Turquía, que es junto con Rusia e Irán garante de la tregua establecida a finales de 2016.
Damasco declaró en julio pasado que se reserva el derecho de usar la fuerza militar para recuperar la provincia de Idlib si esta rechaza la reconciliación.
El departamento castrense informó tener a su disposición "informes irrefutables" de que el 7 de septiembre en la ciudad de Idlib tuvo lugar una reunión de terroristas del Frente al Nusra (prohibido en Rusia), que contó con la participación de la polémica ONG Cascos Blancos a la que Rusia acusa de ser parte de la guerra informativa contra las autoridades sirias y de escenificación de los supuestos ataques químicos en las localidades sirias de Jan Sheijun en 2017 y en Duma en 2018.
El 11 de septiembre el Ministerio de Defensa informó que equipos de televisiones de Oriente Medio y EEUU habían llegado a Idlib para grabar montajes de ataques químicos.
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