"Todo lo que está montando EEUU no afectará a la determinación del pueblo sirio ni a los planes del Ejército de Siria de liberar Idlib y acabar de una vez con los terroristas", declaró Al Mualem.
El canciller sirio señaló que Damasco quisiera terminar ya el conflicto, pero "la injerencia de las naciones occidentales, con EEUU al frente, es un obstáculo". (Sputnik)
Conforme a los acuerdos de reconciliación, a esa provincia se han ido trasladando los miembros de grupos armados que se han negado a rendirse a las tropas gubernamentales durante las operaciones antiterroristas en Alepo, Homs y Guta Oriental.
En 2017, el territorio de Idlib formó parte de una zona de distensión establecida en el norte de Siria y patrocinada por Turquía.
Damasco declaró en julio pasado que se reserva el derecho de usar la fuerza militar para recuperar la provincia de Idlib si los rebeldes rechazan la reconciliación.
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El 25 de agosto, el Ministerio de Defensa ruso denunció que los terroristas del Frente al Nusra están tratando de organizar una provocación en esa provincia con el fin de acusar a Damasco del uso de armas químicas contra civiles.
El portavoz del ente, Ígor Konashénkov, advirtió que la coalición encabezada por EEUU utilizaría ese "montaje" como pretexto para atacar las instalaciones del Estado sirio.
Según Konashénkov, con este fin al golfo Pérsico llegó el destructor USS The Sullivans con 56 misiles de crucero a bordo, además el bombardero estratégico B-1B de la Fuerza Aérea de EEUU provisto de 24 misiles de crucero aire-superficie AGM-158 JASSM se trasladó a la base Al Udeid de Catar.
El secretario de Defensa de EEUU, James Mattis, aseguró por su parte que Washington mantiene comunicación activa con Rusia para impedir un posible uso de armas químicas en Siria.