"Han obligado a miles de prisioneros a excavar largos túneles con sus propias manos y con ayuda de maquinaria especializada. Los túneles se extienden por toda la provincia de Idlib", aseguran los propios vecinos. Añaden que algunos son lo suficientemente anchos como para que pueda pasar un vehículo no muy grande.
"Un día entró en Siria desde Turquía una columna de camiones con muros de hormigón. Los acompañaba un camión refrigerado que, al cabo de un rato, se separó del resto y se dirigió a los límites del sur de la provincia de Idlib, donde antes estaba el cuartel general de Hayat Tahrir al Sham. Cargaron el camión con bidones alargados de color azul. Eran muy parecidos a los que se usan para transportar oxígeno a los hospitales".
El camión hizo dos paradas cargado de bidones. Algunos de ellos los descargó en el barrio de Jisr al Shughur tras seguir a seis vehículos con ametralladoras de Hayat Tahrir al Sham y del Partido del Turkestán Islámico de Siria. El resto de barriles se dirigió al norte de la provincia de Hama.
El Ministerio de Defensa ruso cree que los combatientes preparan una ofensiva contra Hama y contra Alepo y que planean lanzar un ataque químico para el que utilizarán ocho contenedores de cloro, y añaden que Estados Unidos podría utilizarlo supuestamente como excusa para que la coalición internacional lanzase un nuevo ataque sobre Siria parecido al del 14 de abril de 2018.
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