"Aplicaremos el máximo de esfuerzos para evitar víctimas entre la población civil y el derramamiento de sangre en general (…) sin embargo, los terroristas de Frente al Nusra obstaculizan estos planes”, dijo Muallem tras las negociaciones con su homólogo ruso Serguéi Lavrov.
Comentando la situación de los refugiados, el ministro sirio afirmó que Damasco garantiza la seguridad de los sirios "que regresan y van a regresar a su país".
Muallem denunció, además, que los activistas de los Cascos Blancos secuestraron recientemente a 44 niños en la zona de Idlib para usarlos en un montaje de un ataque químico.
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Por su parte, Serguéi Lavrov, comentando la situación en torno a Idlib, afirmó que Rusia y Turquía, que junto con Irán son garantes de la tregua en Siria, no plantean fechas concretas para separar a los terroristas y la oposición en Idlib, pero destacó que hay que hacerlo lo más pronto posible.
Varias fuentes independientes confirmaron que tras esos preparativos está el grupo terrorista Frente al Nusra (proscrito en Rusia) que ahora se hace llamar Hayat Tahrir al Sham.
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También estaría implicada la controvertida ONG Cascos Blancos, financiada por Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Países Bajos y Dinamarca.
El Ministerio de Defensa advirtió desde Moscú que la coalición encabezada por Estados Unidos utilizaría los ataques químicos escenificados como pretexto para bombardear Siria.
