El acuerdo fue ratificado por el gabinete de seguridad israelí con la excepción de los ministros Naftalí Bennett y Ayelet Shaked, de la Casa Judía, informó el diario Haaretz.
La tercera fase contempla el acceso de ayuda humanitaria y médica a la Franja. La cuarta prevé un canje de prisioneros civiles y militares. La quinta fase prevé la reconstrucción de las infraestructuras de la Franja con la ayuda de inversores extranjeros. Y la sexta fase contempla la discusión de la apertura de un puerto y un aeropuerto para Gaza.
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Se trata de apartados que son muy similares a los que las dos partes adoptaron tras la última guerra de 2014, y fueron negociados con la mediación de Egipto y un representante de las Naciones Unidas.
Israel parece haber entendido que la situación en la Franja volverá a ser la misma que había antes del 30 de marzo, cuando comenzó la Marcha del Retorno. Sin embargo, varios dirigentes de Hamás pidieron a la población de Gaza que el 17 de agosto vaya en masa a la frontera para manifestarse tal y como se hizo todos los viernes de los últimos meses.
