"Aún queda mucho por hacer [para el retorno de los refugiados] pero simultáneamente con esa labor se debe rematar a los terroristas que todavía actúan en la región de Idlib", dijo a periodistas.
La provincia siria de Idlib fue ocupada en 2015 por grupos armados y milicianos del Frente al Nusra (organización terrorista también conocida como Fatah al Sham, prohibida en Rusia).
En estos momentos, Idlib está recibiendo a los miembros de grupos armados irreconciliables de las provincias sureñas de Deraa y Al Quneitra.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.
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Estos tres países acordaron crear en el país árabe cuatro zonas de distensión para afianzar el armisticio y separar a los rebeldes de los grupos terroristas.