"Ahora la situación es tranquila, pero el Ejército fue puesto en alerta y está listo para para todas las opciones", dijo Adraee.
Según el portavoz, entre los participantes de las protestas hay "provocadores" y "numerosos miembros del movimiento radical Hamás".
"Tenemos documentos que lo prueban, de inteligencia y otros, de acuerdo con las fotografías y acciones de los participantes, es obvio que no son partidarios de la paz", dijo.
Al mismo tiempo, Adraee subrayó que una mayor escalada de las tensiones no beneficiará a nadie.
"Consideramos que el deterioro de la situación no beneficiará a nadie, seguimos los acontecimientos en la Franja de Gaza en términos de víctimas y acusaciones contra nosotros al respecto, pero con toda seguridad responsabilizamos plenamente a Hamás", declaró el portavoz.
Los choques se saldaron con 61 palestinos muertos y más de 2.700 heridos, según fuentes médicas palestinas.
Las protestas coincidieron con el 70 aniversario de la creación del Estado de Israel, conocida en Palestina como la Nakba (catástrofe) pues dio inicio a la expulsión de unos 750.000 palestinos de sus tierras.
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