El ataque comenzó hacia las dos de la madrugada y, según algunos residentes de Farah, los insurgentes ya tomaron la sede local de la Dirección Nacional de Seguridad.
Los vecinos temen que la ciudad caiga en manos de los insurgentes, si el gobierno no manda refuerzos.
"La gente huye de la ciudad y la situación es muy mala", dijo un residente a Tolo News.
Otro vecino afirmó que "las fuerzas gubernamentales lanzaron operaciones en varias partes de la ciudad en los últimos días, sin resultado alguno".
Diputados regionales dicen que el Gobierno había enviado a la ciudad varios comandos para "eliminar las amenazas".
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El Ministerio de Defensa afgano, citado por el canal 1TV, reportó que en el ataque a Farah fueron abatidos al menos ocho insurgentes y tres más resultaron heridos.
Por su parte, Tolo News informó que en los combates también resultó herido un oficial de seguridad.
