"En la declaración de que los presidentes de EEUU y Francia hablaron por teléfono se menciona que habían intercambiado pruebas de que las armas químicas presuntamente fueron utilizadas por el régimen de Asad, una velocidad impetuosa de informar a las autoridades por los expertos que deberían llegar a esa conclusión, no quiero ser sarcástico pero esto no encaja con lo que realmente sucedió allí", dijo el ministro.
"Nuestros militares que se encuentran sobre el terreno en Siria advirtieron en repetidas ocasiones que se estaba preparando una importante provocación, lo advirtió también el Gobierno sirio, es una provocación que busca culpar a Damasco del uso de sustancias venenosas contra los civiles", expresó.
Lavrov enfatizó que Moscú "está a favor de una investigación inmediata y justa" de lo ocurrido en Duma.
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El ministro de Exteriores ruso afirmó que el ataque contra la base aérea T-4, en la gobernación de Homs, marca "una situación muy peligrosa".
"Es un desarrollo de los hechos muy peligroso, espero que los militares —tanto los estadounidenses, como los de otros países de la coalición liderada por EEUU— sean conscientes de ello", declaró Lavrov en una rueda de prensa.
El ministro señaló que Washington negó su implicación y la de sus aliados en el ataque.
Según el Ministerio de Defensa ruso, el ataque fue llevado a cabo por dos F-15 de la Fuerza Aérea de Israel que dispararon ocho misiles contra la base desde el espacio aéreo del Líbano.
Tres misiles alcanzaron la zona occidental del aeródromo, según los militares rusos, mientras que los cinco restantes fueron interceptados por la defensa antiaérea siria.
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Por el momento, Israel no ha confirmado la autoría del ataque.