"Todo el sistema es cínico, es propaganda del ejército. Las autoridades israelíes han estado engañando a la gente, y a la comunidad internacional, durante años, y nosotros somos cada día más pesimistas con respecto a la ocupación", dice Hagai El-Ad, director ejecutivo de B'Tselem, una ONG israelí que acaba de publicar su último informe sobre la ocupación, esta vez sobre la violación de los derechos de los menores palestinos en los tribunales militares israelíes.
"El ejército juzga cada año a centenares de menores y nada indica que esto vaya a mejorar, a menos que se ponga fin a la ocupación" continúa El-Ad. "Desgraciadamente, no existe un mecanismo que obligue a los países a cumplir la ley humanitaria internacional".
Yael Stein, directora de investigación de B'Tselem, ha sido la redactora de un informe que denuncia las violaciones sistemáticas que a diario sufren los menores palestinos detenidos por el ejército, a los que se desconecta de sus familias y no se les informa de lo que está sucediendo.
"Son tribunales militares que defienden a Israel y a los militares israelíes como fuerza de ocupación. Los menores deberían tener un tratamiento especial, pero no es el caso", comenta Stein. "La primera vez que los padres ven a sus hijos es cuando los llevan al tribunal y generalmente los menores permanecen detenidos durante todo el proceso".
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A los padres se les permite estar presentes en el juicio pero solo eso. No se les permite hablar con sus hijos antes de la sentencia, excepto en contadas ocasiones. En el caso de Ahed Tamimi, su padre fue autorizado a verla la semana pasada, solo un día antes de la sentencia, aunque la menor llevaba en prisión desde el 19 de diciembre.
"En las primera 48 horas de su detención, se interroga a los menores sin la presencia de un abogado y sin la presencia de familiares. Los menores no tienen ningún derecho. En teoría los menores solo deberían ser detenidos si no hay otra opción, y no de una manera sistemática como ocurre en el día a día", dice Stein.
Hagai El-Ad piensa que "el sistema no cambiará mientras dure la ocupación", y denuncia que la mayoría de las detenciones se producen durante la madrugada, cuando los menores están durmiendo en sus casas. Se les tapa los ojos y se les lleva a la sala donde se les interroga sin que cuenten con el asesoramiento de un abogado.
"El interrogatorio a menudo se hace con amenazas, gritos y abusos verbales, y en algunas ocasiones con violencia física. El objetivo es que los menores confieses y que revelen información sobre otros", dice el informe elaborado por B'Tselem.