El corredor humanitario fue organizado por el Centro Ruso para la Reconciliación y militares sirios.
"Hoy 52 civiles, entre ellos 26 niños, abandonaron Guta Oriental. De momento ellos se encuentran en la localidad de Adra en una antigua autoescuela (…) dentro de dos días recibirán toda la asistencia necesaria, incluida médica", dijo.
El arrabal damasceno de Guta Oriental es uno de los últimos bastiones de los grupos terroristas Yeish al Islam, Ahrar al Sham y Frente al Nusra (todos prohibidos en Rusia), entre otros, que lanzan ataques contra la periferia y el centro de la capital siria.
Desde mediados de 2017 en Guta Oriental funciona una zona de distensión, sin embargo en las últimas semanas allí se ha producido una drástica escalada de violencia.
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Más tarde, Rusia anunció por orden del presidente Vladímir Putin una tregua diaria de cinco horas desde el 27 de febrero y la creación de un corredor humanitario para que la población abandone Guta Oriental.
Pese a esas iniciativas, los grupos armados continúan reteniendo a los habitantes de la zona amenazando con ejecutarlos si cruzan el corredor humanitario.
