El cantón de Afrín sigue siendo escenario de duros enfrentamientos entre las tropas turcas y sus aliados del opositor Ejército Libre Sirio (ELS) por un lado, y las unidades kurdas, por el otro. Las milicias progubernamentales sirias, por su parte, apoyan a los kurdos en la defensa de la región.
Las FPS entraron en el cantón de Afrín a mediados de febrero con la tarea de defender el territorio y sufrieron las primeras bajas en el primer día tras su llegada, cuando dos de sus efectivos fallecieron y otros tres resultaron heridos.
En los últimos cuatro días fallecieron otros 46 milicianos. Treinta y seis de ellos murieron a raíz de un ataque de la aviación turca y otros nueve perdieron la vida en combates contra los militares turcos cerca de la localidad de Rajo. Otro miliciano falleció en la aldea de Chema.
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La intervención va dirigida contra grupos yihadistas y las Unidades de Protección Popular (YPG), brazo armado del Partido kurdosirio de la Unión Democrática (PYD).
Para Turquía, las YPG son una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido en territorio otomano por considerarse una organización terrorista.
Desde el inicio de la ofensiva en Afrín, Turquía ha perdido 94 soldados, según informa la agencia Anadolu, que cita a fuentes militares turcas.
Al mismo tiempo, Ankara afirma haber eliminado a 2.343 miembros del PYD, aunque los kurdos reducen esta cifra hasta los 177 milicianos.
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