"Canadá pide la plena implementación de la resolución del CSNU (Consejo de Seguridad) sobre un cese del fuego humanitario en Siria, incluida (la región damascena de) Guta Oriental", dijo la canciller canadiense Chrystia Freeland en un comunicado difundido por su cartera a través de la red social Twitter.
"Es vital que todas las partes respeten el alto el fuego incondicionalmente para detener la matanza de civiles y permitir la entrega de suministros humanitarios", agregó Freeland.
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El mismo 24 de febrero, el Centro para la Reconciliación en Siria informó que terroristas lanzaron 27 proyectiles de mortero y dos cohetes contra barrios residenciales de Damasco, dejando cuatro civiles muertos y más de 50 heridos.
"Estamos muy preocupados por los informes de que el cese al fuego se ha violado en menos de 48 horas después de que se haya acordado", añadió la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá.
Freeland indicó que Ottawa "condena el enfoque del régimen de (Bashar) Asad y sus aliados, Rusia e Irán".
"El régimen ha atacado a civiles y servicios públicos, como escuelas y hospitales, y ha utilizado tácticas de asedio y de inanición, armas químicas y bombas de barril", señaló.
Turquía, Rusia e Irán son países garantes de la tregua establecida en Siria a finales de diciembre de 2016.
La resolución del Consejo de Seguridad establece que el armisticio no se extiende a las operaciones militares contra Daesh (autodenominado Estado Islámico), Al Qaeda y el Frente al Nusra (proscritos en Rusia), y otras facciones armadas asociadas con estas organizaciones yihadistas.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Las hostilidades, según datos de altos cargos de la ONU, han dejado hasta la fecha unos 400.000 muertos.
