"En estas zonas siguen operando separados pero todavía bastante numerosos grupos vinculados con organizaciones radicales terroristas (…) obviamente esto impide el proceso de paz, pero ahora intentamos establecer un mecanismo de reacción (…) para proteger a los civiles en las zonas de distensión", dijo.
Lavréntiev relató que en la séptima ronda de las negociaciones de Astaná, que culminó este martes, los representantes de las delegaciones debatieron en particular el tema de la zona de distensión en Idlib.
"Es la cuestión más complicada porque allá aún está por terminar el despliegue de los puestos de observación turcos, iraníes y de la policía militar rusa", explicó.
Al encuentro asistieron también representantes de la ONU, Estados Unidos y Jordania en calidad de observadores.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Las hostilidades, según datos de altos cargos de la ONU, han dejado hasta la fecha unos 400.000 muertos.