"Actualmente cuatro países llevan a cabo el 87% de todas las ejecuciones detectadas", dijo Guterres, al precisar que se trata de Irak, Irán, China y Arabia Saudí.
"Al mismo tiempo, estamos preocupados por la tendencia de revisar la moratoria sobre la pena capital en casos relacionados con el terrorismo", afirmó.
Guterres indicó que a menudo no existe transparencia en la aplicación de penas de muerte y precisó que varios Gobiernos ocultan la información sobre el condenado y su delito.
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"Llamo a todos los Estados que persisten en estas practicas bárbaras a renunciar a las penas de muerte, en el siglo XXI no hay lugar para las penas capitales", enfatizó.
Asimismo, Guterres constató que las ejecuciones no ayudan a prevenir los crímenes.