"Esperamos que las medidas acordadas sobre las zonas de distensión en Siria contribuyan a facilitar el acceso humanitario a estas áreas", dijo.
Los días 14 y 15 de septiembre la capital kazaja, Astaná, acogió la sexta ronda de conversaciones sirias a la que precedió una reunión del grupo de trabajo conjunto de los tres países garantes (Rusia, Turquía e Irán).
Durante la reunión se acordó que en la zona de seguridad de Idlib en calidad de observadores de los territorios que controla Damasco habrá representantes de Moscú y Teherán, mientras la oposición siria contará con observadores enviados por Ankara.
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La primera zona fue activada el pasado 9 de julio en las provincias de Al Quneitra, Suwaida y Deraa, en el suroeste del país, en virtud del acuerdo conseguido por EEUU, Rusia y Jordania.
Dos semanas después se puso en marcha la segunda zona de distensión en Guta Oriental gracias a un pacto entre representantes del Ministerio ruso de Defensa y de la oposición moderada siria.
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A principios de agosto entró en vigor la tercera área, al norte de la ciudad de Homs.
La cuarta zona de distensión, que debe establecerse en la provincia de Idlib, fue aprobada este viernes en una declaración conjunta de los países garantes.
