Rayab escribió en su cuenta de Twitter que los encarcelados exigen "acabar con las torturas y mejorar el tratamiento de los prisioneros", así como "garantizar a los presos enfermos el tratamiento necesario, permitir hacer deporte tres veces a la semana, comprar objetos de escritorio en las tiendas en el territorio de las prisiones, abrir una mezquita y permitir rezar".
Según los datos del activista, cerca de 5.000 prisioneros políticos se encuentran en dos cárceles del país y viven en condiciones de hacinamiento, sufren maltrato físico y psicológico, no tienen acceso a agua limpia y potable, ni tienen la oportunidad de recibir la asistencia médica necesaria.
El Gobierno de Bahréin rechazó en repetidas ocasiones la existencia de "prisioneros de conciencia" en las cárceles bahreiníes al destacar que las personas a las que la oposición llama "presos políticos" fueron condenadas por terrorismo.
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