El Gobierno destinará al efecto unos 55 millones de shekels, aproximadamente 13 millones de euros, y Amijai será inicialmente el hogar de algunas familias que hace unos meses fueron sacadas de sus casas por una orden del Tribunal Supremo de Israel.
Estas familias vivían en las colonias de Amona y Ofra, y las parcelas donde habían construido sus viviendas pertenecían a familias palestinas, tal y como se demostró en los tribunales.
La aprobación del nuevo asentamiento de Amijai corrobora el empuje expansionista que lleva adelante Netanyahu a pesar de que todos los asentamientos judíos que hay en Cisjordania son ilegales, según el derecho internacional.