"Arabia Saudí reafirmó el derecho de los musulmanes a la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén y a realizar libremente sus prácticas religiosas", indicó la entidad.
Según las autoridades de Arabia Saudí, el rey Salman bin Abdulaziz Saud en los últimos días mantuvo conversaciones con representantes de varios países, entre ellos de EEUU, como parte de los esfuerzos para impedir el cierre de la mezquita para los musulmanes y el levantamiento de las restricciones al acceso a la misma.
Los atacantes fueron abatidos poco después por la policía israelí una vez habían entrado en la Explanada, donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa, un sitio sagrado para los musulmanes.
En respuesta a esta agresión, las autoridades israelíes cerraron la Explanada por 48 horas y el 16 de julio la policía colocó portales detectores de metales en sus accesos, una decisión que los palestinos interpretaron como un cambio unilateral en el statu quo del Santuario, donde en la antigüedad estuvo el Templo judío.
Sin embargo las autoridades israelíes decidieron mantener las cámaras de seguridad, por lo cual los musulmanes siguen negándose a volver a rezar en el lugar.
Decenas de miles de musulmanes reanudaron el 27 de julio su participación en la plegaria de la tarde después de dos semanas de abstenerse de acudir a Al Aqsa y ondearon desafiantes la bandera palestina en lo alto de esta mezquita.