Se trata de la Operación Buen Vecino en el marco de la cual los militares israelíes envían alimentos, medicamentos y combustible a las zonas afectadas.
El mecanismo creado junto con las organizaciones humanitarias sirias permite abastecer a la gente con artículos de primera necesidad.
"La guerra civil en Siria generó millones de refugiados, de los que los más desafortunados quedaron privados de la posibilidad de ir al extranjero y se vieron obligados a buscar refugio cerca de las fronteras israelíes", dijo a la prensa un portavoz del mando del Distrito Militar Norte de las Fuerzas Armadas de Israel.
Indicó que desde el inicio de la operación en agosto de 2016 Israel suministró 260 toneladas de alimentos, 12 toneladas de zapatos y 55 toneladas de ropa, siete generadores eléctricos junto con 456.000 litros de agua.
La operación de Israel, informó, permitió reanudar el trabajo de dos centros médicos en la provincia siria de Quneitra.
Destacó la labor de los médicos israelíes quienes, precisó, atendieron a 600 menores sirios.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Según datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.
