De acuerdo con el documento, los pagos por el mes pasado de Muharram —el primer mes del calendario musulmán, en 2016 este comenzó el 3 de octubre- dependían del estado civil y el número de hijos de un miembro de Daesh —autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países-.
Los solteros tenían el salario menor y se cifraba en 72 dólares. El grupo terrorista retenía 40 dólares a cuenta de los costes de alimentación, es decir que el salario neto que al final recibía un yihadista de esta categoría era de 32 dólares.
Otro ejemplo es el yihadista que se llama Abu Jana, que nació en 1991, estaba casado y tenía tres hijos. En el mismo mes Jana recibió 184 dólares.
Abu Naser, que nació en 1962, está casado y tiene 6 hijos por lo cual recibió 256 dólares. Cabe señalar que el grupo radical retuvo 40 dólares del salario de cada uno de sus integrantes mencionados en el papel.
Una fuente local en Mosul informó a Sputnik que los salarios oscilaban según las circunstancias. En general, los sueldos crecían en función del aumento del número de esposas e hijos. No obstante, el salario no superaba los 300 dólares por un miembro de la agrupación.
Los minusválidos desmovilizados a raíz de los ataques de la coalición internacional o durante ataques en transportes minados recibían pagos generosos, señaló la fuente.
Los miembros del grupo que partieron a Turquía antes de la ofensiva iraquí contra Mosul fueron privados de todos los pagos, agregó otra fuente que prefirió mantenerse en el anonimato en declaraciones a Sputnik.
Estos yihadistas no recibían dinero a causa de la crisis económica en el grupo terrorista que empezó después de que hubiera perdido control sobre los yacimientos petroleros en la localidad de Al Kayara, al sur de Mosul, en octubre de 2016.
Según la información presentada por una fuente, es difícil hablar sobre la igualdad en Daesh ya que los jefes terroristas tenían salarios que se cifraban en más de 500 dólares. Ellos solían comer en cocinas separadas que gozaban de los mejores platos iraquíes. Además, los 'príncipes' de Daesh tenían ingresos adicionales al vender propiedad robada de los hogares de los habitantes locales.
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No obstante, este año la coalición internacional destruyó los bancos donde los yihadistas solían recibir su dinero, por lo tanto, el grupo sufrió cortes en los pagos.
Reducción en los sueldos
En septiembre de 2016 Sputnik publicó los datos acerca de los salarios de los yihadistas durante los primeros años del dominio de Daesh en las gobernaciones de Nínive y Ambar. Según informaron fuentes de Sputnik en Mosul, el salario de un terrorista extranjero en aquel entonces se cifraba en 1.300 dólares.
Además, el grupo terrorista le concedía una casa, un carro, una concubina y el combustible, que era escaso para la población local. En cuanto a los sueldos de los terroristas provenientes de las zonas locales, estos eran de 600 dólares.
La generosidad del grupo se explica por el hecho de que controlara numerosos yacimientos de petróleo en Irak y Siria en aquellos años.
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