"Existen pruebas contundentes según las cuales los civiles afganos desarmados sospechosos de ser militantes talibanes fueron ejecutados en lugar de ser detenidos durante las redadas", explica el rotativo.
La investigación también ha revelado que las fuerzas especiales del Ejército falsificaron documentos con el fin de hacer cargar con la responsabilidad de la matanza de civiles desarmados a los afganos.
Según las fuentes militares citadas por el rotativo, el Ministerio de Defensa británico pretendía ocultar los crímenes de guerra de los medios de comunicación para evitar poner en peligro "la seguridad nacional, la confianza de la ciudadanía y la cooperación con nuestros aliados". Las fuentes agregan que lo sucedido durante la Operación Northmoore fue calificado desde el Ministerio de Defensa de "masacre", "concluyente y muy serio" y una "catástrofe para el Gobierno".