"Hemos observado que los intensos ataques aéreos que allanaron el camino para el avance de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, grupo de la oposición armada) en Al Raqa no solo causaron muertes civiles, sino también provocaron que 169.000 personas abandonaran sus hogares y se convirtieran en desplazados internos", dijo Pinheiro, al intervenir ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
El 11 de junio las FDS anunciaron haber tomado bajo su control el primer barrio en la parte occidental de Al Raqa en el marco de la operación de liberación de la ciudad de los yihadsitas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia) que comenzó en noviembre de 2016.
Washington lidera una coalición internacional contra Daesh en la que participan 70 naciones y que realiza ataques aéreos en Siria e Irak desde 2014.
Sus operaciones en territorio sirio, sin embargo, no están autorizadas por el Gobierno del presidente Bashar Asad ni fueron avaladas por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.
La misión provoca las protestas de Damasco que califica de intervención la presencia de militares estadounidenses en el norte de Siria.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 11 июня 2017 г.
Situación en Idlib y Alepo
Las zonas de distensión en Siria contribuyeron a disminuir violencia en las áreas de Idlib y Alepo, declaró Paulo Pinheiro.
"Las zonas de distensión que acordaron Rusia, Irán y Turquía contribuyeron a reducir notablemente el nivel de la violencia en Idlib y Alepo oriental", dijo al añadir que las hostilidades siguen en las zonas cerca de Homs, Damasco y en el norte de Deraa.
Destacó que los habitantes de esas áreas necesitan asistencia humanitaria, porque en 2017 se permitió a la ONU el envío de solo un convoy de ayuda.
El acuerdo, sellado por Turquía, Irán y Rusia, busca poner fin a los enfrentamientos armados entre las fuerzas gubernamentales y las de la oposición, afianzar el armisticio vigente desde el 30 de diciembre y separar a los rebeldes de los grupos terroristas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra, proscritos en Rusia y otros países.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado que ha causado entre 300.000 y 400.000 muertos, según datos de la ONU.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado islámico) y Al Nusra, ambas proscritas en Rusia y otros países.
