El comunicado correspondiente, publicado en el sitio web del Ministerio de Exteriores marroquí, explica esa decisión por "los preceptos de la santa religión islámica que fomenta la solidaridad y la ayuda mutua entre los pueblos islámicos, sobre todo, en el mes bendito del Ramadán".
El rey Mohamed VI de Marruecos llamó a todas las partes a actuar con moderación y sabiduría para disminuir la tensión, superar la crisis y resolver las causas que habían dado origen a ella.
Lea también: Habitantes de Catar temen déficit alimentario tras la ruptura de relaciones diplomáticas
Marruecos, según el comunicado de Exteriores, favorece la neutralidad constructiva, que no puede limitarse a la observación pasiva de una escalada preocupante entre países hermanos.
Al boicot diplomático de Catar se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha; Senegal, Chad y Níger llamaron a consultas a sus embajadores en Catar.
Lea más: Por qué Arabia Saudí castiga a Catar y cuál será la respuesta
La crisis se desató después de que la agencia de noticias catarí QNA publicara unas supuestas declaraciones del emir Tamim bin Hamad al Thani a favor de la normalización de las relaciones con Irán.
El Ministerio de Exteriores de Catar afirmó más tarde que el polémico discurso era falso, obra de piratas informáticos que habían atacado el sitio web de la agencia, pero Arabia Saudí, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos dieron poco crédito a la explicación.