Este 5 de junio Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos anunciaron la ruptura de las relaciones diplomáticas y la suspensión de las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con Catar al acusar a Doha de apoyar el terrorismo.
"Me parece que esto puede afectar la próxima ronda de consultas en Astaná", dijo Ahmad este lunes a Sputnik.
Explicó que las negociaciones se celebran con apoyo de Rusia, Irán y Turquía, y es probable que los últimos dos países estén al lado de Catar.
"El desarrollo ulterior de la situación puede empeorar la crisis siria al completarla con el enfrentamiento de Irán y Turquía con Egipto y Arabia Saudí", afirmó Ahmad.
Por su parte, Catar lamentó este bloqueo diplomático, "injustificado" a su juicio, y aseveró que todas las acusaciones lanzadas en su contra se basan en alegaciones sin fundamento.
La última (cuarta) ronda de consultas tuvo lugar a principios de mayo con la asistencia de representantes de Damasco, la oposición armada, países garantes del armisticio, así como diplomáticos de la ONU, EEUU y Jordania en calidad de observadores.
Rusia, Turquía e Irán firmaron en esa ronda un memorando para establecer en Siria cuatro zonas de distensión.
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El acuerdo busca poner fin a los enfrentamientos armados entre las fuerzas gubernamentales y las de la oposición, afianzar el armisticio vigente desde el 30 de diciembre y separar a los rebeldes de los grupos terroristas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra, proscritos en Rusia y otros países.